El proceso de grabación

¿Quién debe grabar? ¿Para qué hacerlo? ¿Cómo saber si un grupo está listo para pensar en un disco? ¿Qué tan perfecta debe salir la grabación? ¿Qué es conveniente saber antes de grabar? Por supuesto no existe una sola respuesta correcta para cada una de estas preguntas, pero en este breve texto compartiremos con ustedes nuestro punto de vista a la luz de la reciente grabación de Green Growth the Holly…, nuestro disco de Navidad.

¿Quién debe grabar?

IMG_0165Creemos que todo grupo musical -profesional o no- debería grabarse periódicamente. Esto no necesariamente significa que sea necesario ir a un estudio profesional. Ahora existen aplicaciones para grabar bastante buenas para todos los teléfonos o computadoras que nos pueden ayudar a evaluar nuestro trabajo «desde afuera». La grabación proporciona un punto de vista mucho más objetivo que la experiencia personal. Nosotros llevamos grabando algunos de nuestros ensayos desde 2007. Esto nos ha permitido ser mucho más autocríticos en cuanto a afinación, tempo, ensamble, problemas rítmicos, etc. ¿Quién entonces debería grabar su trabajo en un estudio? Nos parece que todo ensamble o músico que considera haber llevado sus piezas casi al mejor nivel posible (escribimos «casi» porque sabemos que la perfección es un sofisma) debería considerar una grabación profesional. Eso no significa que todo trabajo hecho en un estudio deba difundirse. Una cosa es grabar unas piezas y otra sacar a la luz pública un disco.

¿Para qué grabar?

Vale la pena no solamente ir al estudio de grabación cuando se quiera sacar un disco en toda forma. Grabar durante los ensayos ayuda a desarrollar mejor la autocrítica y trabajar en los puntos débiles, pero también sirve para detectar las fortalezas de un grupo y al escuchar posteriormente lo que sucedió en el ensayo surgen nuevas ideas para la interpretación. Vale la pena grabar para dejar testimonio de lo que se ha hecho, del grado de madurez que ha alcanzado un grupo en cierto momento de su historia. Esto puede hacerse con equipo profesional o con recursos más caseros. Si el artista o grupo no quiere lanzarse todavía a las severas críticas de un público amplio, puede regalar copias a los familiares, los amigos cercanos y tener un pequeño demo para solicitar un espacio para conciertos en lugares más exclusivos. En resumen, somos de la idea de que siempre conviene grabar y creemos que ir a un estudio de grabación antes de querer lanzar un disco en forma vale la pena porque:

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    Foto: José Luis Monroy

    Uno adquiere una idea más realista del nivel actual del grupo, sus fortalezas y las eufemísticamente llamadas áreas de oportunidad.

  • El grupo pierde el miedo al micrófono y se familiariza con el ambiente del estudio para más adelante.
  • Se crea un testimonio de un determinado momento de desarrollo del grupo.
  • Si alguien pide al grupo una demostración de su trabajo, es posible enviar dos o tres piezas bien grabadas.

¿Cómo saber si un grupo está listo para pensar en un disco?

Algunos músicos famosos han grabado tantos discos, que probablemente el proceso de grabación se haya convertido en algo cotidiano, si no es que rutinario, para ellos. La mayoría de quienes cantamos o tocamos de manera no profesional jamás llegaremos a sentirnos completamente a nuestras anchas en un estudio y eso no solamente porque no contamos con patrocinadores o una disquera que se hagan cargo de los gastos de grabación y el proceso de producción. Sin embargo, si esperamos a que una voz desde el cielo nos diga: «ahora es momento de grabar un disco», jamás lo haremos. Las siguientes pueden ser buenas razones para darse cuenta que un grupo está listo para producir un disco:

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    Foto: José Luis Monroy

    Se cuenta con bastante repertorio que está a un nivel muy respetable de interpretación (ya sin problemas de afinación, todos «se saben» su parte aunque la sigan leyendo, la pieza ha salido bien en los conciertos).

  • Las piezas que el grupo domina se pueden acomodar alrededor de algún tema. Esto es importante si el objetivo no solamente es grabar un demo o un sampler, sino un disco en toda forma.
  • El grupo se encuentra en una buena etapa de trabajo: todos llegan a los ensayos y están motivados para seguir, hay un cierto número de fans o público cautivo que quizá haya expresado que le gustaría tener una grabación.
  • Se cuenta con recursos económicos para pagar algunas sesiones de grabación o hasta la producción completa. O quizá exista algún ofrecimiento por parte de un posible patrocinador o un plan atractivo de pagos…
  • No ha sido difícil que el grupo esté de acuerdo en la mayoría de los puntos relacionados con el proceso de grabación, tales como la elección del estudio, la selección del repertorio, la forma de financiamiento del proyecto, cómo se recuperarán los gastos y la repartición de tareas para que el disco vea la luz del mundo. Si los temas mencionados crean demasiada controversia o hasta disgusto dentro del grupo, probablemente no sea un buen momento para embarcarse en un proyecto formal de grabación.

¿Qué tan perfecta debe salir la grabación?

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Foto: José Luis Monroy

Lo más perfecta posible. Es el momento de ponerse exigentes. Sin embargo, vale la pena tomar en cuenta lo siguiente, bajo la premisa de que una vez en el estudio de grabación conviene que el placer siempre esté por encima de la presión:

  • El grupo va al estudio a grabar, no a ensayar. Sólo hay que llevar ahí las piezas que han salido muy, pero muy bien en los ensayos.
  • A veces una pieza parecía estar madura para la grabación y en el estudio simplemente no sale. Eso no quiere decir que haya que descartarla por completo. A veces, con posponerla por unos días es posible que mejore lo suficiente para entrar al disco.
  • Es importante distinguir entre errores pasajeros que generalmente ocurren por nerviosismo y otros que no se corregirán ensayando en el estudio. Si las equivocaciones persisten al tercer o máximo al cuarto intento, vale la pena reconsiderar si es el momento de grabar esa pieza.
  • Algunos errores son insignificantes o se pueden editar. Dentro de los primeros están las entradas disparejas o en falso. Basta con hacer una breve pausa, concentrarse y volver a comenzar. Los errores editables dependen del tipo de música que se hace, de los recursos tecnológicos disponibles y de la opinión de quien graba. A veces vale la pena grabar una pieza por partes para no perder la afinación. Esto no necesariamente significa que todavía no sale bien, sino que sirve para ahorrarle al grupo repeticiones innecesarias.
  • Una nota en falso o una equivocación en el escenario muchas veces pasan desapercibidas. Pero un error en la grabación quedará ahí para siempre y lo escucharemos una y otra vez. Por eso es importante buscar el estándar más alto de calidad y, si es necesario, recurrir a algunos trucos de edición o de grabación (por ejemplo grabar por estrofas o no grabar todas las voces al mismo tiempo). Eso puede ayudar a mejorar la calidad de la grabación y reducirá el estrés de los participantes.

IMG_0155¿Qué es conveniente saber antes de grabar?

Para quienes nunca han grabado, hay algunos detalles dignos de tomar en cuenta:

  • El sonido en los estudios es seco. No hay respuesta acústica de las paredes ni del techo. Si estás acostumbrado a medir la calidad de tu voz en la regadera, el estudio te enfrentará con la realidad de que tu canto, sin ayuda de elementos que reflejen las ondas sonoras, suena bastante insignificante. Los estudios deben tener esa calidad de sonido para que éste no se desvirtúe. Con los programas de edición de sonido se agregan eco, reverberación, compresión y otros elementos según el estilo musical y el gusto de los artistas. Se recomienda no abusar de tales recursos, pues la grabación debería sonar parecida a lo que el grupo es capaz de producir en la realidad, al menos en el caso de quienes cantan o tocan sin micrófonos ni pantallas.
  • No hablar en los intervalos de la grabación. Especialmente en grupos grandes (coros) es muy importante no ponerse a platicar entre una pieza y otra. Hay que estar al pendiente de lo que piden las personas que están en la cabina y acatar sus indicaciones. De lo contrario, la sesión resultará ardua, larga, pesada y cara si en el estudio les cobran por tiempo.
  • Grabar varias tomas y escucharlas (para escoger cuál quedará en el disco) en un día diferente al de la grabación.
  • ¡No tomarse personalmente las correcciones o los ocmentarios del director del grupo, de la persona que graba o del productor! Es importante recordar que la crítica (claro, expresada con civilidad) sirve para mejorar el producto final y no es una afrenta personal.

Estas son algunas ideas que nos han venido a la cabeza durante estas semanas de grabación. Como mencionamos al principio: no hay verdades absolutas. Ojalá estas experiencias nuestras sean de utilidad para otros que nunca han grabado.